El hecho de querer adoptar un perro es un acto de grandeza, ya que le estamos salvando de la jaula y posiblemente del corredor de la muerte.
Pero que sea un acto de grandeza no significa que no se haya de hacer de forma responsable.
Y algo anda mal cuando hay un alto porcentaje de devoluciones a los centros por “incompatibilidad” de convivencia.
A veces los motivos de esa devolución rozan lo absurdo o irreal, como que “suelta mucho pelo”, “ladra”, “se mea en casa”, etc… A estas personas les diría directamente que se compraran un peluche, los hay muy bonitos en las tiendas.
Pero otras veces el motivo es realmente preocupante.
Cuando decidimos adoptar un perro, normalmente vamos a una protectora, perrera o asociación (lo llamaré ”centro” durante el artículo para no repetir tanto), les decimos qué queremos y ésta nos enseña al perro que más concuerda con nuestras peticiones.
Hasta aquí medio bien.
El problema viene que quizás, ese listado de características que has especificado al centro no es la más adecuada para ti, y más bien te has dejado llevar por tus deseos o capricho.
Vayamos por partes.
No nos engañemos…adoptar un perro de un centro es una lotería.
En el caso de cachorros que no hayan nacido allí, por muy cachorros que sean, las gran mayoría de veces no sabes nada de sus padres, ni la raza, ni carácter, ni problemas o enfermedades genéticas., ni sabemos el tamaño que será de adulto (puedes intuir algo, pero han habido grandes sorpresas),
En el caso de querer adoptar a un perro adulto, muchas de las incógnitas de los cachorros ya no las tenemos, pero sí que tenemos la duda de posibles alteraciones en su comportamiento fuera de la jaula y entorno actual.
Los perros no se comportan igual cuando están encerrados en una jaula, que cuando llegan a nuestra casa. A veces es mejor y otras peor, ya que sale el verdadero carácter del perro y vienen los problemas.
En ambos casos hay una suerte de lotería, como digo, de cómo será el perro cuando esté en casa.
La mejor manera de saber cómo es un perro conviviendo en una casa, es mediante las casas de acogida, pero por desgracia escasean para tanto perro abandonado.
Bien, lo primero que deberíamos hacer cuando queremos adoptar un perro, es meditar bien si queremos un cachorro o un adulto.
Para ello debemos de ser consciente de los inconvenientes arriba mencionados y asumirlos. Luego no valen las excusas.
Luego tienes que tener presente que en un 90% de los casos, adoptes a un cachorro o a un adulto, posiblemente venga con alguna mochila de inseguridad y miedos, falta de socialización y falta de habilidades sociales con sus congéneres, lo que conlleva problemas de convivencia y de comportamiento.
¿Estás dispuesto a acudir a un profesional de la Psicología Canina para que te ayude a mejorar la convivencia y a entender mejor a tu perro?
Si tú no tienes esos conocimientos, te harán falta los de un profesional. Los problemas no se solucionan solos…
Sinceramente creo que nadie tendría que poder tener un perro sin tener unos mínimos conocimientos sobre su psicología y necesidades reales (no sólo comer y vacunar), pero sé que esto es algo ilusorio en este país.
Igual que para tener un coche hemos de sacarnos una teoría y práctica básica, para tener un perro debería de ser igual.
Habrían bastantes perros menos en las perreras y abandonados por la ignorancia e irresponsabilidad de la sociedad en general.
Bien, una vez hayas decidido si cachorro o adulto, debes de decidir qué tipo de perro quieres y con qué energía.
Por favor…no te dejes llevar por las apariencias y el físico.
Tienes que ser muy consciente de que cada perro es diferente, cada uno tiene un tipo de energía, y aunque corre como la pólvora la frase de “me da igual la raza, todos son perros”, he de decir que la raza sí que importa y mucho.
De ella podremos saber qué instintos puede tener más acentuados, aunque luego cada individuo los tendrá más o menos intensos o leves, pero no es lo mismo un labrador, que un pastor alemán, que un border collie, que un pointer o un terrier, y sus cruces derivados en caso de mestizos.
Luego vienen las sorpresas de que haya matado a tu conejo o gato, o los vaya matando por ahí, o queriendo hacerlo persiguiendolos.
Bueno, una vez que sepas qué tipo de perro quieres (o más bien necesitas o puedes tener), el centro te orientará en función de los perros que tengan a su disposición..
Insisto, no te dejes llevar por la pena, porque luego vienen las lamentaciones.
No todos los perros son para todo el mundo, seamos responsables.
Debes indicarle al centro tu estilo de vida, tu rutina, tus hábitos y los miembros de la familia.
Bien, ahora suponemos que encuentras al perro más adecuado para ti...
Antes de entrar en casa, recomiendo pasear con él por el barrio para ir forjando una relación, y así también vas viendo cómo es el perro.
Recuerda que una cosa es ver al perro en el centro, otra fuera de él, y otra muy diferente cuando lleva ya varios días en casa y ha cogido confianza.
Por supuesto, si tienes más perros en casa, el paseo debe de ir con todos, no hagas que se conozcan dentro de casa.
Una vez lo entres en casa, déjale que huela la casa, pero tienes que ir detrás de él para vigilar y corregir esos primeros comportamientos, como posibles marcajes en muebles, que se suba a la encimera de la cocina o que intente cazar al gato.
En este primer encuentro con la casa, has de dejarle más a su bola, pero como digo, sin dejar que haga cosas que luego no quieras que haga.
Déjale que se relaje y descanse, no lo sometas a muchos estímulos el primer día.
Si tienes gatos, conejos u otros animales pequeños, asegúrate con el centro de que los tolera, aunque eso no quita de que debes de hacer una buena presentación entre ellos.
Conforme pasen los días y el animal coja confianza, irá sacando su verdadero carácter, por eso es primordial que las reglas y normas de la casa las tenga claras desde el primer día.
Si no lo haces así, puedes tener desagradables sorpresas que harán que te cuestiones la devolución del animal como si fuera una lavadora estropeada que no funciona correctamente en casa.
Los perros son seres vivos, son animales depredadores, con su propia psicología, y no entender esto es un grave error.
Y sobretodo, si el perro que acabas de adoptar presenta alguna alteración en su comportamiento debido a sus circunstancias pasadas, por favor, ponte en contacto con un profesional, no esperes a que se solucione solo.
Y si no te puedes costear a un profesional, quizás deberías replantearte adoptar un perro, ya que no sólo conlleva gastos de comida.
El tener a tu perro en un constante equilibrio psicológico debería ser tu prioridad.
Si aún así decides adoptar, felicidades, estarás salvando a un perro, pero haz las cosas bien desde el principio.
No te informes después de adoptar, hazlo antes; evitarás muchos problemas y disgustos.
El hecho de que adoptes a un perro y a los días lo devuelvas a la jaula, es una verdadera putada para el animal, que una vez más paga caro los caprichos de las personas.
Hoy día tienes mucha información a golpe de click, no valen las excusas de “esto no lo sabía”. Más bien es falta de interés en aprender.
Lo dicho, si has adoptado a un perro de forma responsable, te doy la enhorabuena. Si lo has hecho desde el desconocimiento, ahora sí que no tienes excusa para informarte y formarte.
Te deseo mucha suerte! Y al perro más 😉
Sobre la autora
Me llamo Mónica Corchado, directora y fundadora de Dog Coaching y del Instituto Dog Coaching.
Soy una amante de los perros y Técnico Superior en Psicología Canina e Instructora de perros de Utilidad desde 1.998.
Me encanta aprender todo lo relacionado con su comportamiento y su psicología.
Considero que los perros están con nosotros para enseñarnos algo muy preciado, como lealtad, integridad y honestidad.
Ellos hacen todo lo posible por entendernos, qué menos que esforzarnos en entenderles también a ellos.
Mónica ya te comentaré ,besos guapa 🐕🐈
Cuando quieras!
CUANDO YO ADOPTE A MI REX A TRAVES DE » RETIREDDOGS 112 «, ELLOS HAN ELEJIDO JUNTO CON ( EN MI CASO) LA GUARDIA CIVIL EL PERRO PARA MI. Y FUNCIONA GENIAL.
Hola Silvia,
sí, los conozco, pero es solo para perros retirados de trabajo, una opción genial por otra parte (adoro a los perros de trabajo 😉 )
Cuando adopté a Llum partíamos de una experiencia con mi primer perrito (15 años desde cachorro), creíamos q lo sabíamos todo. Pero no. Llum venía con su mochila llena de comportamientos q nos eran ajenos.
La verdad es q nos creo problemas en casa. La solución fue la fotmación y el asesoramiento de una professional y, desde luego, un sentido de la responsabilidad sobre nuestra perra -sabíamos q de cualquier forma no volvería a la jaula- y un gran respeto hacia ella, su caracter, sus inseguridades… Nuestro compromiso ha sido compensado con creces..
Un saludo
Así es Ethel, responsabilidad, educación, formación y respeto hacia ella para poder ayudarle.
Gracias!
Me encanta el artículo, sin duda lo tendré en cuenta si decido ampliar mi familia peluda. A veces, el peludo llega a tu vida sin dejarte cuestionarte nada de esto. Por ejemplo, te encuentras una camada y decides no mirar a otro lado, ayudas y uno de esos pequeños se queda contigo. Es mi caso, no sabía nada de su raza, energía, ni me planteaba tener perro. Pero estoy comprometida con ella, le dije que tendría una bue a vida, y que siempre la cuidaria, y pienso cumplir! Ella es un cruce de podenco, adorable, que me ha enseñado muchísimo.… Leer mas »
Gracias a ti Débora!
Sí, hay veces que viene de golpe la situación y no podemos plantearnos tantas cuestiones, pero es lo que dices, sea como sea después hemos de responsabilizarnos.
Saludos!
Me ha gustado mucho el artículo.
Antes de adoptar a Rose (tiene 2 años ya) nos informamos del cruce que era (braco y drathar) y si podiamos cubrir sus necesidades fisicas y mentales. (Hacemos juegos de olfato y de rastreo, excursiones con su «manada» y canicross) Nos dijeron que era la «terremoto» de su camada y así fue. 😊
Sin duda la mejor decisión que hemos tomado.